jueves, 22 de marzo de 2007

Aniversario de Bodas

Despertó la mañana del día viernes, pero más temprano que nunca, a las 5 de la mañana ya no podía seguir durmiendo.
Ella había soñado toda su vida con este día. Imaginaba una gran celebración, todos los hijos y sus familias, nueras y yernos, nietos y nietas, amigos y curiosos, todos sentados al rededor de una gran mesa llena de comida y licor para celebrar, abrazos y risas y ellos dos, en el lugar priviligiado, cogidos de la mano prometiendose una eternidad unidos.
Él, nunca pensó en aquel día o quizás sí, pero nunca dijo nada. De seguro se sentía orgulloso cumplir años de casado o cazado, pocos pueden pavonearse de cumplir 5o años de boda. Pero precisamente ahora, ese no era su tema. Amaneció en el hospital conectado a un respirador rodeado de viejos gritando y con olor a orín y muerte, deseaba con toda su fuerza, salir de allí, no precisamente a celebrar, si no que a vivir...
Le fueron a buscar y llegaron a casa en medio de la agitación de la carretera y el calor aplastante de las tardes de verano de la ciudad. Se sintieron aliviados al sentir la frescura de la casa, la que les pertenece, la que soñaron, la que decoraron, la que oculta la intimidad, la que vive y sobrevive a golpe de esfuerzo, manos trabajadoras y mucha creatividad...
No había celebración, no habían invitados, ni flores, ni comida; tampoco estaban los hijos, ni los nietos, no hubo llamadas teléfonicas, ni renovación de promesas... simplemente pasó el día, pasó como uno más... Toda la vida juntos esperando llegar a los 50, quizás ni siquiera creían que llegarían, el cómo llegaron, tampoco importó aquel viernes, pero de seguro, el regalo más grande que pudieron darse los dos, era precisamente estar juntos, allí, juntos, vivos, pudiendo mirarse, sentirse respirar, juntos para cogerse de la mano, sin decir nada, juntos aún para recordar, para mirar atrás, juntos para valorar, juntos para pasar un día más... juntos y nada más.

1 comentario:

Siempre dijo...

Juntos y nada más, juntos y TODO LO DEMAS, que no es poco, que es invaluable, que es a toda prueba, que es lo mejor que puede esperarse para enfrentar lo que sigue de vida.
Te quiero amiga gracias por la compañía.