martes, 20 de febrero de 2007

Con palabras prestadas


Como si no tuviese suficientes palabras y pensamientos propios, quiero usar unas prestadas, unas que me hacen pensar, cantar y disfrutar. Así que gracias a José Seves y Horacio Salinas, aunque no se enteren.
Mi mitad lejana
¿Cómo andan tu vida,
tus horas, tu calle, tu lluvia, tus deudas eternas, tus cuotas?
Dime.
¿Cómo está la familia,
los niños nacidos, crecidos,
los viejos contando demora?
Cuenta si es tan duro
cargar en los hombros
el peso de un día
y de noche jugar el sudor
de vertiente sedienta
en amante de gozo.
Dime si con esas proezas gigantes
acortas la espera
si esperanza te refresca
para amarte de un poco
de sueños para el otro día.

Yo estoy bien
pero me urge saber
cómo está mi espejo,
mi reflejo, mi mitad lejana,
la mitad de mi herencia,
mi media mirada,
la mitad que no encuentro
de mi gota de agua.
Yo estoy bien,
pero hazme saber
si han visto mi alma
cuando escapa
lejos de mi cuerpo
y feliz regresada
desde aquel abismo
y me cuenta el abrazo
de un futuro reencuentro..

2 comentarios:

Claudio Tapia Figueroa dijo...

Me parecen interesantes los escritos, más aun cuando provienen del interior. La felicidad y la tristeza reunidas en torno a la palabra escrita desde el fondo del alma

Siempre dijo...

Volvi¡¡¡
Hablemos por estos días.
Se te extraña.
Besos